El Papa Francisco inauguró oficialmente el pasado 21 de enero el Año de Oración 2024, dedicado de manera particular a la oración para preparar el Jubileo de 2025, que tendrá lugar en Roma bajo el lema “Peregrinos de esperanza”.
Esta iniciativa fue presentada esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, de la mano de Mons. Rino Fisichella, Pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización y Mons. Graham Bell, miembro de la secretaría del mismo Dicasterio.
Mons. Fisichella señaló que este tiempo pretende “mostrar la oración como vía maestra hacia la santidad, que nos lleva a vivir la contemplación en la acción”.
2024 será por lo tanto, según la intención del Santo Padre, “un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia”.
Al mismo tiempo, la autoridad vaticana subrayó que de este tiempo de preparación deberá “emerger el horizonte espiritual del evento jubilar, que va mucho más allá de cualquier forma necesaria y urgente de organización estructural”.
El Arzobispo precisó que este tiempo se centra además “en el estilo de vida, en la calidad ética y espiritual de la convivencia”.
Por ello, lanzó la siguiente pregunta: “¿Estamos trabajando, cada uno en su propio ámbito, para que esta ciudad sea un signo de esperanza para quienes viven en ella y para quienes la visitan?”.
Para Mons. Fisichella, “es necesario prepararlo y vivirlo en las comunidades con ese espíritu de expectativa típico de la esperanza cristiana”, al tiempo que aseguró que el Año de la Oración “corresponde plenamente a esta necesidad”.
“No se trata de un Año con iniciativas particulares — puntualizó — más bien de un momento privilegiado para redescubrir el valor de la oración, la necesidad de la oración diaria en la vida cristiana; cómo orar, y sobre todo cómo educar a orar hoy, en la época de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y fecunda”.
Estos próximos años, que “demuestran una profunda necesidad de espiritualidad”, mostrarán también que “la oración no se deja atrapar en un esquema preestablecido porque es la relación personal del creyente con Dios mismo, dentro de esa relación íntima y exclusiva que distingue nuestra fe”.
El Año de la Oración, según el prelado italiano, “se enmarca en este contexto para favorecer la relación con el Señor y ofrecer momentos de auténtico descanso espiritual”.
Resaltó también que “necesitamos aprender a orar y el verdadero Maestro sólo puede ser Él: Jesús, el Hijo de Dios, que con la oración del Padre Nuestro revolucionó el mundo de la oración humana”.
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Anuncio de las fechas movibles año 2024
El texto del anuncio de las fiestas móviles de 2024 es el siguiente:
Después de la Proclamación del Santo Evangelio
«Queridísimos hermanos: La gloria del Señor se ha manifestado y se continuará manifestando entre nosotros, hasta el día de su retorno glorioso.
En la sucesión de las diversas fiestas y solemnidades del tiempo, recordamos y vivimos los misterios de la salvación.
Centro de todo el año litúrgico es el Triduo Pascual del Señor crucificado, sepultado y resucitado, que este año culminará en la Noche Santa de Pascua que, con gozo, celebraremos el día 31 de marzo.
Cada domingo, Pascua semanal, la santa Iglesia hará presente este mismo acontecimiento, en el cual Cristo ha vencido al pecado y la muerte.
De la Pascua fluyen, como de su manantial, todos los demás días santos: el Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma, que celebraremos el día 14 de febrero;
la Ascensión del Señor, que este año será el 12 de mayo;
el Domingo de Pentecostés, que este año coincidirá con el día 19 de mayo;
el primer Domingo de Adviento, que celebraremos el día 1 de diciembre
también en las fiestas de la Virgen María, Madre de Dios, de los apóstoles, de los santos y en la conmemoración de todos los fieles difuntos, la Iglesia, peregrina en la tierra, proclama la Pascua de su Señor.
A él, el Cristo glorioso, el que era, el que es y el que viene, al que es Señor del tiempo y de la historia, el honor y la gloria por los siglos de los siglos.»
Óbolo de San Pedro 2024
Colecta del Óbolo de San Pedro 30 de junio de 2024
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● Sostener las numerosas obras caritativas en favor de las personas, las familias en dificultad y las poblaciones afectadas por calamidades naturales y guerras, o que necesitan asistencia o ayuda al desarrollo.